PREGUNTAS COTIDIANAS
¿MI OBSESIÓN CON LOS PECHOS FUE 1 PREGUNTA TONTA?
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Soy el joven que escribió ayer la pregunta sobre la obsesión por los pechos. Le agradezco su respuesta, me ha tranquilizado mucho. Lo que no entiendo es porqué tantas personas me criticaron. Creo que los jóvenes tenemos derecho a preguntar cualquier duda. Los adultos siempre dicen que “no hay preguntas tontas”, pero veo como muchos se burlan. Es muy difícil encontrar a alguien que sepa de sexo de verdad. En la “U” todos mis compañeros leen sus columnas y nos parecen super útiles, pero también creo que muchos de los adultos que participan en los comentarios actúan como personas inmaduras y egoístas, que pretenden que solo se aborden los temas de ellos.
Uno de los mayores problemas de la temática sexual siempre ha sido que todos nos sentimos con el derecho de censurar las conductas, preguntas, dudas y opiniones de otros; sin darnos cuenta que todas las preguntas encierran una enorme enseñanza, tanto para el que la realiza, como para los que la contestamos y para los que la leen.
Tiene usted razón. Muchas veces se cree que solo ciertos temas deben ser abordados y nos quejamos cuando no es así. Lamentablemente y a pesar de los esfuerzos desde muchos frentes para educar en este tema, aun hay muchas personas que no entienden la dimensión de la sexualidad y se burlan de las dudas de otros o las califican de absurdas. Estas personas parecen obviar el drama humano que hay detrás de cada cuestionamiento.
Quedarse con dudas sexuales puede ser realmente nocivo. En algunos, ese vacío de información suele generar tanto temor e inseguridad que lleva a problemas en el área afectiva, social, emocional y sexual. El miedo nos cohíbe y, a veces, nos enclaustra y nos paraliza.Semanalmente, recibimos centenas de preguntas. Todas son analizadas y se publican aquellas que son las más representativas, frecuentes o apremiantes. En todas se modifican los datos personales para mantener el anonimato y evitar precisamente que se formulen críticas directas, discusiones personalizadas o ataques al que consulta.
Con cada tema se generan algunos comentarios negativos que inhibirían y frustrarían a cualquiera y con mayor razón al que hace la pregunta. Estas actitudes tan castrantes y obtusas inhiben a muchos a buscar ayuda cuando enfrentan un problema sexual. Estos comentaristas olvidan la regla principal en materia de sexual: el respeto.
Por eso, me alegra su comentario y también que estas publicaciones sean útiles para las nuevas generaciones.
Todos estamos llamados a comprender que los problemas con la tolerancia y el respeto están presentes aun en personas de buena voluntad que tal vez no tuvieron la oportunidad de una adecuada educación sexual y reaccionan de formas tan particulares ante estos temas. Todos, en mayor o menor grado tenemos dudas y hasta problemas sexuales que probablemente generen en otros risa o censura en otros. Al margen de esas consideraciones resolverlas es vital para que no provoquen ansiedad, inseguridad o nos alejan del amor, el sexo y la ternura.