“SOY DELICADITO”
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Soy un hombre soltero de 28 años. He tenido pocas experiencias sexuales, aunque he tenido, quizás, más oportunidades tengo el problema de que soy muy delicado con las mujeres. Es decir, yo no me acuesto con cualquiera, me tiene que gustar mucho una mujer y eso rara vez me pasa. Les veo defectos a todas, a veces físicos y otras de cómo se comportan. Viendo sus programas me he puesto a pensar que a lo mejor me voy a quedar solo.
La forma de vivir y experimentar la sexualidad varía de manera considerable de un individuo a otro. Algunas personas pueden relacionarse erótica y afectivamente casi con cualquier persona, es decir, no siente rechazo, ni repulsión, otros tienen gustos específicos pero que son muy amplios, de manera que no le resulta una limitante en su vida emocional. Pero también están aquellos que tienen parámetros mucho más estrictos, y desde luego se les hace difícil conseguir pareja.
Esto pierde validez cuando las personas se enamoran, cuando se crean lazos afectivos, cuando se genera un vínculo emocional intenso, en cuyo caso esos gustos, muy culturalmente definidos, pierden vigencia. Así, aquellos que siempre han dicho que les gustan las mujeres altas, puede que se enamoren de una mujer pequeña, y la ve como “la mujer de su vida”. Es decir, en estos casos, las exigencias pasan a un segundo plano, y es el aspecto emocional el que reina.
Esto también sucede con los prejuicios raciales, religiosos o políticos que imperan en otras latitudes. Son legendarios los amores intensos y gratificantes entre personas que provienen de familias, pueblos y culturas con credos opuestos. Por eso, cuando se es “muy delicadito” lo que hay que procede es “abrir mundos” y así conocer a muchas personas, y en “una que va y en una que viene”, cupido resuelve el problema.
