SÍMBOLOS SEXUALES.
SENOS Y SEXUALIDAD.
Fuentes de placer.
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La mujer es la única entre las especies que tiene el seno redondo, y abultado aun sin estar en el periodo de lactancia. Esto se debe a que, en los seres humanos, además de la lactancia los pechos tienen una función eminentemente sexual. Es decir, los senos son órganos sexuales con un papel estelar en la atracción y la intimidad.
Los diferentes nombres para estas glándulas tienen un origen curioso. Así, el término pechos hace mención a que en la mujer se localizan solo en el pecho, mientras en la mayoría de los otros mamíferos los encontramos también a lo largo del abdomen.
La palabra senos tiene dos probables orígenes: por un lado, seno significa ‘curvatura o concavidad’ y también ‘depresión o surco’. Por eso, se utilizaba para designar el surco o pliegue que se forma entre ambos pechos.
Por otra parte, el bebé bautizó a esta glándula con el nombre de mama. Recordemos que los sonidos guturales del bebé designan no solo al pecho, sino también a la madre y a la succión: mamá, mamar y mama son tres palabras que tienen su origen en el balbuceo inicial del lactante.
La palabra teta es polifacética. Las madres hablan de dar teta al niño. También se usa para las glándulas de los animales. Además, se utiliza como una acepción vulgar.Independientemente del nombre que usemos, los pechos son protagonistas de la sexualidad, por ser fuente rica de sensaciones y deleites, tanto para el hombre como para la mujer.
La producción de leche no guarda relación con el tamaño de los senos.
Mencionarlo es muy importante debido a los temores que surgen, en particular en la madre con senos poco voluminosos. Recordemos que el tamaño del pecho varía de una mujer a otra a expensas de la cantidad de grasa, y no por el tamaño de la glándula, el cual suele ser similar en todas las mujeres.
De igual manera, el tamaño de los pechos no determina el carácter sexual de la mujer. Son totalmente falsos los comentarios alusivos a que las mujeres de pechos grandes son más ardientes o que las de pechos pequeños son menos sexuadas.
En cuanto al gusto social, en los últimos años el pecho voluminoso ha ganado terreno. Los implantes han colocado las tallas grandes en la cima del celuloide, y diríamos que, sin lugar a dudas, hoy es una moda apetecida. Aun así, a muchos hombres les parece más deseable una mujer de pechos pequeños, lo cual evidencia que, en materia sexual, el gusto se impone.
Lo mismo sucede en el caso de las mujeres. A muchas les parece grato el pecho de gran tamaño, pero otras los prefieren con volúmenes pequeños o medianos. Claro está, la moda de los implantes ha variado el gusto femenino.
Al margen de las modas y gustos imperantes, el pecho voluminoso puede repercutir negativamente sobre la columna vertebral, al punto de generar dolor de espalda. De ahí la importancia de fortalecer los músculos y utilizar de manera adecuada el sostén. Además, por el peso, el pecho puede “caerse” y perder parte de su atractivo sexual; esto también se puede prevenir con ejercicios y con el sostén adecuado.
El pecho motiva muchas caricias orales, besos, lamidos, succiones. Suelen ser los predilectos de los amantes, complementados por la succión lábil o vigorosa. Dese luego, las caricias tenues, la presión, el pellizco moderado sobre el pezón, así como apoderarse de los senos con ambas manos, son estímulos sencillamente alucinantes.
El contacto de los senos con los genitales masculinos suele desencadenar orgasmos intensos, sea el roce del glande sobre los pezones, del pene sobre la superficie tersa de los senos, o la salida del semen pringando ambos pechos. La mujer con un pecho voluminoso puede aprisionar el pene entre ambos senos y frotarlo hasta provocar la eyaculación del varón.
En algunas mujeres los senos solo responden a estímulos firmes: caricias recias, pellizcos moderados y hasta fuertes, mordiscos simulados, que, en vez de causar malestar o dolor, pueden conducir a cascadas orgásmicas inigualables.
Por eso vemos con más frecuencia que se utilicen dispositivos como aretes y prensas para los pezones, que suelen sorprender a muchos, y para el lego resultan enigmáticos y hasta aberrantes, al punto de que muchas parejas evitan estos estímulos porque les parecen grotescos y toscos. Sin embargo, para muchas mujeres son sumamente excitantes.
Por supuesto, siempre se debe tener cuidado con los pechos. En particular la areola y el pezón son áreas muy delicadas y se debe estar atento para evitar fisuras o escoriaciones, las cuales por lo general son molestas y dolorosas.
Algunas mujeres afirman que la estimulación de los pechos no les produce ninguna sensación erótica. En estos casos, siempre es recomendable probar con todos estos tipos de caricias, desde aquellas suaves hasta las más enérgicas y recias, porque “no todas las mujeres son iguales” y cada una responde a estímulos diferentes. En este sentido, es importante que la mujer guíe al hombre y lo oriente sobre cuáles caricias y contactos le resultan más estimulantes.
Recordemos: la caricia sobre el pecho no solo es agradable, sino también excitante, y en muchas mujeres puede ocasionar orgasmos intensos, del mismo calibre que los producidos con la penetración, la masturbación o cualquier otra práctica sexual.
Para el hombre, los senos siguen ocupando el marco sexual de la conciencia. El deseo por los pechos es tal que muchas veces los amantes destinan largos periodos de tiempo para jugar, estimular, chupar, en fin, para disfrutarlos de infinidad de maneras.
Desde el punto de vista fisiológico, los senos son estructuras muy sensibles a los cambios hormonales y, por eso, es normal cierto grado de sensibilidad en algunos momentos del ciclo menstrual. Cuando la molestia afecta el desempeño social, laboral o sexual o causa dolor franco, se debe consultar porque revela una enfermedad de fondo.
En nuestra sociedad, el cáncer de mamá se ha convertido en el cáncer ginecológico más frecuente.
Por este motivo, es esencial adiestrarse en la técnica del autoexamen y tener controles periódicos, aun cuando no haya casos en la familia.Es común encontrar diferencias de tamaño entre un seno y el otro. Aunque en la mayoría de las mujeres la diferencia es mínima, en algunas puede ser evidente. Desde el punto de vista médico no representa ningún problema, aunque estéticamente para la mujer puede ser importante. Si la diferencia es muy marcada, se puede resolver con cirugía plástica.