Soy un hombre divorciado de 40 años. He estado con muchas mujeres con gustos muy diferentes, pero ahora estoy saliendo con una mujer de mi edad que le gusta el sexo rudo, diría que hasta violento. Desde que empieza le da por arañarme, ofenderme, me jala el pelo, y me pone la mano en el cuello como ahorcándome, y cuando ella llega al orgasmo ya me deja terminar. Ella es muy guapa y culta pero creo que yo no me apunto a eso.

Algunas personas disfrutan con el sexo rudo, entendido como aquel en el que hay gritos, ofensas, aruños, y demás sin que se llegue a dañar a la pareja ni física ni emocionalmente.

Probablemente como es un tema muy utilizado en el cine y la televisión muchos piensan que el sexo rudo es algo espontáneo y simple. Por el contrario, las personas que disfrutan de estas prácticas sexuales no pueden llegar al lecho sexual sin conversarlo previamente con la pareja, ya que se pueden entender estas conductas como una agresión sexual.

Por eso hay que hablarlo largo y tendido, ser muy claros en lo que se pretende de cada acto sexual y ambos deben estar anuentes y ponerse de acuerdo sobre lo que están dispuestos a hacer y cuáles son los límites que se deben respetar.

Aun cuando muchas personas disfrutan de esta modalidad sexual, son más a las que les resulta extraño, poco estimulante, y hasta chocante y como tal difícilmente van a disfrutar de esos encuentros sexuales. Por eso, es totalmente compresible la negativa a participar y un buen amante sabe respetar esta renuencia.

Afortunadamente las personas que disfrutan el sexo rudo con frecuencia también disfrutan de las prácticas sexuales convencionales, y esto les permite el deleite sexual con parejas que no encuentran estimulante la rudeza sexual.