EN LA CUARENTENA SE OLVIDÓ DE MI
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Soy un hombre soltero de 24 años. En febrero de este año inicié una relación con una compañera de la universidad, yo pensé que la relación iba por buen camino, pero con la CUARENTENA dejamos de vernos, porque ella es de San Carlos y se fue a vivir con los papás. Yo le escribí todos los días y le pasé mensajes y ella al inicio respondía, pero muy cortante y a los días dejó de contestarme. No sé cómo alguien puede hacer algo así.
Los poetas han acertado cuando comparan la distancia con el viento que apaga el fuego pequeño, pero enciende el fuego grande. Por eso en esta CUARENTENA muchas personas que han tenido que estar lejos del ser amado se dieron cuenta del gran amor que sentían y han visto como se fortalece la relación a pesar de todos los inconvenientes que implica el confinamiento. Son parejas que han encontrado la forma de verse a diario, hablarse a diario y quererse a diario, aunque sea virtualmente. Algunos, los más románticos hasta concilian el sueño juntos, dejando alguna plataforma virtual conectada durante la noche.
Por el contrario, otros se han dado cuenta que el vínculo que tenían simplemente se diluyó con el distanciamiento de la CUARENTENA. Desde luego que esto tiene dos caras. A unos les tocó ver como la magia simplemente desapareció, que aquel sentimiento iba perdiendo fuerza hasta convertirse en nada, y a otros les tocó ver como su pareja se alejaba a veces con discreción y disimulo, otras veces de manera franca y directa.
Al margen de estas consideraciones debemos recordar que nadie está obligado a querer a nadie y aunque es doloroso anhelar el amor de a una persona que ya no muestra interés en la relación, el amor no se puede exigir, simplemente surge o no surge.