MI ESPOSA POR TODO SE ALARMA. ES MUY DIFÍCIL VIVIR ASÍ
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Soy un hombre casado de 34 años. Nosotros estamos en cuarentena desde hace ya diez días, pero la vida transcurre normal, y no hay ningún caso en la colonia donde vivimos. Mi esposa es muy ansiosa y, con solo que estornude, sea ella o yo, se pone muy nerviosa y todo el día dice que nos va a pasar lo que sucede en Italia. Es muy difícil vivir con ella así, porque pasa en un puro lamento. No tenemos relaciones. Fácilmente se descompensa.
Este tipo de infecciones, que se diseminan con facilidad, generan un gran desconcierto en la población. Algunas personas logran mantener la entereza, pero a otras se les vuelve muy difícil manejar toda esa información proveniente de otros países, la cual es real y catastrófica a la vez.
Desde luego, no es fácil vivir así, precisamente porque son tiempos muy difíciles, con el agravante de que a nuestra generación nunca le había tocado vivir algo parecido.
Por eso, todos los países han reportado múltiples casos de personas que experimentan “crisis nerviosas” de diversas índoles, y en muchos de ellos se requiere un abordaje profesional.
Es esperable que se presenten problemas de tipo psicológico durante la cuarentena, ya sea en familiares, amigos, allegados y, por qué no, hasta en nosotros mismos.
En estos casos, es fundamental mostrarse comprensivo, cercano, cariñoso. Además, es importante propiciar conversaciones motivadoras, orientadas a lograr un efecto relajante, así como evitar programas alarmistas y noticias falsas. Igualmente, es conveniente realizar faenas de ejercicio.
Si vemos que estas medidas son insuficientes, es mejor buscar ayuda psicológica, a la cual hoy podemos acceder en línea, que es la forma más segura para evitar el contagio.