SE ME MURIÓ EL AMOR
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Soy una mujer divorciada de 52 años. Yo era una esposa devota y dedicada, hoy pienso que fui una tonta. Pusimos un “negocito” pequeño que salió adelante. Cuando ya estábamos más holgados económicamente se hizo de una muchacha y nos dejó. Eso fue hace 6 años, yo me he dedicado a mis hijos, y perdí mucho de mi ánimo y como que se me murió el amor porque desde entonces no he estado con nadie ni tampoco quiero estar con nadie.
Este tipo de historias son, desdichadamente, muy frecuentes en nuestra cultura. Parejas que construyen un proyecto en común y cuando salen adelante, uno de los dos disuelve la relación.
Como se entenderá esto representa un golpe emocional sumamente fuerte, que puede condicionar auténticos cuadros de depresión, unas veces transitorios y que se desvanecen rápidamente y otras veces prolongados, que persisten por mucho tiempo y que persistirán si no son tratados adecuadamente.
Los cuadros depresivos pueden cursar con tristeza, falta de energía, entre muchos otros síntomas y es frecuente que, además, afecten el área emocional y sexual, al punto de no experimentar deseos de establecer una nueva relación ni tampoco de tener encuentros sexuales. Son muchas las personas que han sucumbido de esa manera a un trauma de amor, y que siguen viviendo por sacar a sus hijos o familiares adelante descuidando sus propios cuidados y necesidades.
Siempre nos gusta recordar que todos necesitamos amor, y que todos necesitamos amar, y que, si una historia de amor nos ha quitado esas ganas de amar, es crucial buscar ayuda profesional para así dar vuelta a esa página amarga de una vez por todas y empezar a vivir plenamente.