POR LA CUARENTENA MI HIJO NOS SORPRENDIÓ TENIENDO RELACIONES
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Soy un hombre casado de 42 años. Tenemos dos hijos, el mayor de ocho años y la menor de dos años. En estos días de Semana Santa, cumplimos con la cuarentena de manera estricta. En una tarde que los niños se durmieron mi esposa y yo comenzamos a tener relaciones y en pleno acto sexual el mayor entró al cuarto. Se asustó mucho y se puso a llorar. Nosotros lo calmamos, pero no hemos querido hablar del tema con él.
Este es el tipo de escenarios que debemos evitar al máximo en el convivio cotidiano, en el sentido que la privacidad se debe resguardar con recelo tanto, cuando se tienen hijos como cuando se vive con otros familiares en la casa. Siempre decimos que basta con un simple picaporte para evitar estos inconvenientes.
Muchos niños al ver a los padres en pleno acto sexual se asustan, por un lado, por la desnudez de ambos, y por otro porque interpretan los gemidos y los movimientos sexuales como actos violentos y temen que se trate de una disputa en malos términos.
De ahí la importancia que los padres hablen con el niño, prácticamente de inmediato, de forma tranquila, y pausada, para desvanecer esos temores infantiles y para aprovechar la oportunidad para brindarle información sobre la vida sexual, haciendo énfasis en que es una conducta normal y frecuente entre los adultos y por ende entre “mami y papi”.
Se deben evitar conversaciones prolongadas y términos científicos, recordemos que lo importante para el niño es saber que sus padres están bien. Por eso una vez concluida la conversación es recomendable realizar una actividad familiar que a los niños les guste, sea un juego de mesa, ejercicio, ver una película, hacer palomitas, granizados, o comidas similares, situaciones gratas que hacen más fácil asimilar la experiencia vivida.