Soy un hombre soltero de 47 años. Siempre he sido un pizote solo. Soy de pocos amigos, no vivo con nadie y no tengo, casi, relación con mi familia. Nunca quise formar una familia, porque no soy de andar con amistades ni en bullicios. Siempre creí que había aprendido a vivir solo, pero con esta PANDEMIA, se me ha hecho muy difícil. Paso solo en la casa porque hago teletrabajo, por lo que casi no tengo contacto con nadie.

La soledad es un problema característico de la vida urbana. Son muchas las personas que lidian diariamente con múltiples personas pero que no tienen vínculos cercanos con nadie, de tal forma que no cuentan con amigos, allegados ni tampoco tienen un vínculo de pareja, de manera que su vida transcurre en una soledad paradójica.

Muchas de estas personas aprovechan el convivio laboral o académico para hablar temas de su vida de manera somera y con eso alivian, aunque sea parcialmente, la sensación de estar solo. Desde luego con la cuarentena, ese contacto ha disminuido de manera considerable, sobre todo en aquellos que tienen teletrabajo, agravando la sensación de soledad.

Debemos recordar que muchas personas aprenden a duras penas a soportar la soledad, cuando en realidad deberían de tratar de solucionar los problemas personales que le impiden crear vínculos de amistad y vínculos afectivos.

Con la cuarentena, muchos de ellos se han dado cuenta, de la importancia de superar la soledad y de crear vínculos, y por ende de buscar ayuda profesional. Recordemos que hoy contamos con diversos abordajes que son muy efectivos, con la ventaja que se puede consultar a distancia, sea por teléfono o por las diversas aplicaciones tecnológicas.