PREGUNTAS COTIDIANAS
POR UN LUTO MI ESPOSA PERDIÓ EL DESEO
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Soy un hombre profesional de 38 años. Tengo doce años de casado. Mi esposa siempre fue “muy apuntada” para el sexo. Muchas veces era ella la que tomaba la iniciativa. Hace un año mi suegra se murió y a mi esposa se le dio mucho. Desde esos días mi esposa ya no es la misma. Anda apática, de mal humor y no quiere tener relaciones sexuales. Yo me siento mal pidiéndole sexo porque sé por lo que está pasando.
La pérdida de un ser querido es una circunstancia muy difícil de enfrentar y es entendible que pueda resultar dolorosa y hasta devastadora. En general, el dolor de la partida de una figura entrañable suele ser eterno, y en muchos casos no hay consuelo que apacigüe la pérdida. Sin embargo, todos debemos estar en capacidad de enfrentar y sobrellevar lo vivido, para así “seguir adelante” con la vida.
Conforme pasa el tiempo, las personas van superando el duelo y, de manera paulatina, asumen asertivamente las diversas facetas de la vida.En algunas personas ese proceso de recuperación no se logra o es muy lento, por lo cual no tienen el ánimo necesario para lidiar con el convivio cotidiano. Esto les trae dificultades en mayor o menor grado en los ámbitos social, laboral, familiar, de pareja y, desde luego, en la esfera sexual.
Por eso, cuando con el pasar del tiempo la persona no vuelve a ser “la de antes”, se debe acudir a la consulta con el fin de contar con un proceso psicoterapéutico. Muchas veces la persona afectada no es consciente de su problema. En este caso la pareja, amigos o familiares, con mucho tacto y sin que se mire como un reproche, pueden motivarla a consultar. Con los abordajes actuales, la mayoría de las personas consiguen asumir la vida y recuperan su desempeño sexual.