Soy un hombre de 32 años, vivo en unión libre. Yo siempre pensé que mi esposa y yo estábamos bien sexualmente. Hace quince días, viendo el tema de los orgasmos en su programa, le pregunté a mi esposa si ella disfrutaba el sexo y me dijo que no que ella lo hace por complacerme, que “se deja” pero que no lo disfruta. Tenemos casi nueve años de casados y yo no me había dado cuenta, y quisiera de todo corazón que pudiéramos resolverlo.

Esta ha sido la realidad de muchas parejas, en nuestra sociedad. Algunas son conscientes del problema, otras pasan años y a veces toda la vida sin darse cuenta, y están aquellas que se percatan de forma azarosa de que el deleite sexual no es compartido.

Antes esa era la norma, el varón partía de la premisa de que era solo él quien se saciaba sexualmente, y no su pareja. Recordemos que imperaba el concepto de que la mujer decente no disfrutaba la intimidad, solo participaba en el acto sexual para satisfacer al hombre.

Desde luego que esa concepción ha cambiado, hoy el hombre no solo desea disfrutar, sino que ansía que ella también disfrute y afortunadamente cada vez son más las mujeres que manejan expectativas sexuales en su vida de pareja.

Aun cuando es común escuchar, en el ámbito social, de que la mujer que no disfruta el sexo es porque el hombre no la sabe estimular, la realidad no es tan simple. Es cierto que algunos varones no tienen la pericia suficiente pero también sabemos que muchas mujeres tienen problemas, muchas veces hormonales, que les impide disfrutar la relación sexual.

Por eso, ante una situación de esta índole se debe realizar una valoración detallada para encontrar las causas del problema y de esta manera instaurar las medidas correctivas. Hoy contamos con tratamientos sumamente efectivos que le permiten a la mayoría de estas mujeres disfrutar la vida sexual.