EN NAVIDAD DECIDÍ DIVORCIARME
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Soy una mujer casada de 27 años. Tengo 2 años de casada y mi matrimonio ha sido un puro pleito. Esta navidad decidimos que íbamos a pasarla bien, y nos fuimos a la playa con unos amigos. Desde que llegamos comenzamos con discusiones y arrebatos que se pusieron peor cuando en las noches tomábamos licor. Tratamos de tener relaciones y no pudo de lo borracho que estaba. Creo que no me merezco una vida así.
Las estadísticas nacionales nos indican que las rupturas de pareja van en ascenso tanto las separaciones como el mismo divorcio. Particularmente son muchas las personas que se dan cuenta de que el matrimonio anda mal en estas fechas. Los días festivos suelen hacer evidentes los problemas de pareja en el sentido que se pasa más horas juntos y por ende pueden surgir roces y desavenencias, aunado que el consumo de licor aumenta y propicia los enfrentamientos.
Es común además que ante tales circunstancias aflore la idea, muchas veces apresurada, de la separación, por eso es importante siempre dar un compás de espera y valorar de manera pausada y reflexiva la situación. Debemos recordar, además, que estas desavenencias se pueden solucionar con ayuda profesional.
Muchas separaciones son producto de la impulsividad y de un distanciamiento gradual que rompe esa comunicación vital que tiene que tener toda pareja. Como “hablando se entiende la gente”, a veces la vida marital cambia de manera radical con procesos terapéuticos cortos y dirigidos. De igual manera los procesos terapéuticos también son útiles para llevar de mejor manera una separación, y ayudar a sobreponerse del impacto emocional que conlleva.