Soy un hombre divorciado de 52 años. Me divorcié hace más de 7 años y mantengo relaciones de vez en cuando, sin que tenga una pareja estable. Hace un mes estoy saliendo con una mujer de mi edad y me he sentido muy bien en todo menos en el sexo. Justo cuando estamos en el acto y consigo una erección siento que me mareo, como que las cosas dan vuelta, al rato se me quita, pero tengo que interrumpir el acto sexual. Me ha pasado también a lo largo del día en ciertas ocasiones.

La respuesta sexual tanto masculina como femenina representa, apenas, un pequeño esfuerzo físico para el organismo. La cantidad de sangre que demanda el pene para lograr la firmeza es poca y como tal no pone en peligro el aporte sanguíneo a otros órganos, y mucho menos al cerebro, de tal forma que la presencia de mareos al momento del acto sexual y en estrecha relación con la erección, nos habla más bien de problemas a otros niveles más que una alteración causada por los cambios que suceden durante un encuentro íntimo.

Entendemos el mareo como la sensación de pérdida del equilibrio, con una percepción visual de que las cosas dan vueltas, asociada a náuseas. Son muchos los factores que lo pueden desencadenar, así es común que la sensación del vértigo se presente con los cambios bruscos de posición como los que suceden con ciertos movimientos característicos del ejercicio, el baile, ciertas labores físicas, así como en el acto sexual.

Como el órgano del equilibrio se encuentra en el oído es frecuente que las alteraciones a este nivel generen mareos, de igual forma lo pueden provocar ciertos medicamentos, así como diversas enfermedades del sistema nervioso y del aparato cardiovascular. De tal forma que la presencia de mareos, independientemente que se presenten con el acto sexual, siempre debe ser motivo de consulta con el fin de dilucidar la causa e instaurar el tratamiento.