PREGUNTAS COTIDIANAS
MI EX LLEVÓ A MI HIJO A UN PROSTÍBULO Y LO PEGARON
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Soy una mujer de 43 años. Me divorcié hace siete años. Con mi ex tuve dos hijos. El mayor tiene 19 años. Hace unos días estaba recogiendo la ropa interior de mi hijo y la vi manchada con una secreción amarillenta. Hablé con él y me contó que hacía menos de una semana el papá lo llevó a un prostíbulo y tuvo relaciones con una muchacha, pero el condón se le zafó y no se dio cuenta hasta una vez terminada la relación sexual, y ahora está tirando pus por el pene. Hablé con mi esposo y poco le importó. Me dijo que “son cosas de hombres”.
En nuestra sociedad, la formación sexual tradicional incluía que los hijos, hombres, al llegar a cierta edad eran llevados por los padres a los prostíbulos del pueblo para que “aprendieran a estar con una mujer”. Esto, junto con unas breves palabras de motivación y un “para que se haga hombre”, era toda la educación sexual que recibían los varones. Esta práctica era bien vista por todos: la madre, los familiares y el resto de la comunidad, al punto de considerarla una tradición fundamental del proceso educativo.
En la actualidad tenemos otro concepto de la educación sexual. Sin embargo, esas ideas persisten en algunos, quienes olvidan que hoy la vida sexual implica riesgos mayúsculos que antes no existían. Ante un contratiempo, como la ruptura del condón, se pueden presentar procesos infecciosos graves de nefastas consecuencias.
Además, el preservativo brinda solo una protección parcial ante ciertos gérmenes, como el virus del herpes, el papiloma y algunos tipos de sífilis. Por eso es importante enseñar a las nuevas generaciones que, en materia sexual, nada sustituye la sensatez, que ante todo debemos ser cautos y, si se presentan molestias genitales, como secreciones, brotes o úlceras, se debe consultar cuanto antes.