Cuando el sexo duele en ellos.
EL PREPUCIO ESTRECHO
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Tradicionalmente habíamos entendido que el dolor con las relaciones sexuales era una entidad que solo se presentaba en las mujeres. Sin embargo, los estudios indican que probablemente un 15% de la población masculina ha tenido que lidiar con dolores y molestias en el acto sexual
Aunque hay muchos tipos de dolor, el más frecuente es estrictamente mecánico y se genera con los movimientos de penetración. Sucede particularmente en el hombre no circuncidado, conocido en el ámbito popular como “cacho envuelto”.
En estos casos, el prepucio o “pellejito” es muy estrecho y no se puede deslizar hacia atrás para descubrir total o parcialmente la cabeza del pene llamada glande. Debido a esta estrechez, cuando se produce la penetración el varón experimenta una enorme tensión en la piel. Siente que se estira demasiado, generando molestias, dolor y en muchos casos, fisuras o cortaditas, que arden y hasta pueden generar sangrado e infecciones.
A veces, el grado de estrechez del prepucio es tal, que no es posible deslizar hacia atrás el pellejito o prepucio ni siquiera cuando el pene está en reposo, impidiendo la limpieza diaria o convirtiéndola en una faena dolorosa. Esa falta de un aseo adecuado produce frecuentemente cuadros infecciosos caracterizados por dolor, inflamación y enrojecimiento de la piel del pene, acompañado de un dolor creciente al contacto.
En muchos, la estrechez molesta con los movimientos en la penetración vaginal y también con el sexo oral, las caricias, la masturbación y qué decir con la práctica del sexo anal. En ciertas ocasiones, el dolor y la incomodidad provocan que el varón pierda la erección en pleno acto sexual. También es frecuente que el hombre rehúya los acercamientos sexuales por temor a una falla en el desempeño y porque sabe que el dolor es considerable.
El tratamiento consiste en una cirugía muy conocida, denominada circuncisión. Es a través de esta sencilla cirugía, con la cual se remueve totalmente la piel de prepucio dejando expuesto el glande -cabeza del pene- de manera permanente.
Desde el punto de vista quirúrgico, la circuncisión es una cirugía segura, pero que debe ser realizada por manos expertas y en ambientes estériles. La duración promedio oscila entre cuarenta y cinco minutos a una hora. Otra gran ventaja es que se puede realizar de manera ambulatoria y la evolución posterior suele ser altamente satisfactoria. La mayoría de los varones puede reiniciar su vida sexual al mes o mes medio después de realizado el procedimiento.
Es importante destacar que antes se creía que con esta cirugía se mejoraba el control eyaculatorio. Es decir se creía que esta cirugía servía para corregir la eyaculación precoz, o sea, que servía para evitar que el varón terminara muy rápido la relación sexual. Hoy sabemos que eso no es cierto
Cabe señalar que, afortunadamente, en la actualidad contamos con tratamientos realmente efectivos para el problema de la eyaculación precoz y que la circuncisión no modifica la respuesta sexual, el desempeño del varón continuará igual que antes de ser operado.