ME RECRIMINO QUE MI MATRIMONIO FUERA INSTANTÁNEO
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Soy una mujer divorciada de 25 años. Tuve un noviazgo desde el colegio y siempre nos llevamos bien, esperamos a graduarnos para casarnos, pero no sé qué pasó. A los meses de casados, la relación no funcionaba, cada uno andaba por su lado, como que no había amor, y al final en menos de un año nos separamos. Me siento muy mal siendo divorciada y me recrimino como no me di cuenta de que la relación no iba a funcionar.
Estos relatos siempre sorprenden a todos, tanto a los allegados, y conocidos como a ambos miembros de la pareja. Aunque son muchos los factores que pueden provocar este tipo de separación, es común que algunos noviazgos prolongados la relación se desvitalice por desavenencias no resueltas, pero por lo años que llevan juntos, por la presión familiar, y por la expectativa en común, optan por la vida marital creyendo que el matrimonio les va a dar “un nuevo aire”.
Y eso a veces sucede, vivir juntos suele activar los sentimientos, y esto les permite reavivar el vínculo, pero en algunos casos, la relación está tan dañada que más bien al vivir juntos se acrecientan los problemas y si no se busca ayuda profesional muchas de estas parejas rápidamente se separan.
Desde luego que esto genera un gran impacto emocional, muchos sueños de años se esfuman en unos cuantos meses, aunado a que resulta difícil explicarle “a todo el mundo” qué pasó, más aún cuando muchas veces la misma pareja no entiende por qué la relación no funcionó.
Bajo ese panorama es frecuente que afloren sentimientos de culpa, remordimientos, frustraciones y enojos, que suelen ser transitorios y en cuestión de tiempo la mayoría de las personas asimilan lo sucedido. Sin embargo, si el malestar persiste es mejor buscar ayuda profesional.