CUANDO ÉL ME INTRODUCE LOS DEDOS ME DAN GANAS DE ORINAR.
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Hace unos días leí en esta columna que una mujer solo lograba el orgasmo cuando la pareja le introduce los dedos en la vagina, a mí me pasa igual, pero el problema es que cuando él lo hace me dan ganas de orinar y me da mucha vergüenza que me pueda orinar en pleno acto sexual. Eso no me permite disfrutar mi intimidad y mucho menos llegar al orgasmo. Él no sabe lo que me pasa, pero siempre me dice que me relaje, pero no puedo.
Debemos recordar que la mujer es mucho más sensible a las caricias que a la misma penetración. Particularmente las caricias sobre la parte externa de la vagina, llamada vulva, y específicamente en el clítoris suelen ser auténticos detonantes de ráfagas orgásmicas. Tanto que se calcula que prácticamente todas las mujeres están en capacidad de experimentar el orgasmo cuando es estimulada correctamente en la zona del clítoris.
En otras mujeres también las caricias propiciadas en la cavidad vaginal resultan sumamente placenteras y en muchos casos también el placer puede ser tan intenso que llega a desencadenar varios orgasmos. Por otra parte, debemos recordar que la vagina es un conducto que limita hacia arriba con la vejiga y hacia abajo con el recto.
Tanto así, que podemos decir de manera figurada que el recto es piso de la vagina y la vejiga el techo. Por eso, si las caricias se dirigen a la parte superior de la vagina pueden dar la sensación de ganas de orinar. Esa es la razón por la que siempre se recomienda orinar inmediatamente antes de iniciar el acto sexual para que la mujer esté tranquila de que no tiene orina en la vejiga. A veces es necesario, además, evitar dos horas antes de la relación sexual, la ingesta abundante de líquidos.