Los anticonceptivos orales conocidos popularmente como las pastillas anticonceptivas, son un conjunto de fármacos, que se dividen básicamente en dos grandes tipos. La más utilizada, la pastilla combinada, contiene las dos hormonas femeninas más importantes, estrógenos y progesterona, las cuales evitan el embarazo.

La reciente información de varias muertes relacionadas con el uso de las pastillas anticonceptivas combinadas ha generado temor en la población.  Inicialmente se señaló al Diane 35 y desde hace unos días, los medios de comunicación hacen referencia a Yaz y Yasmin,  pastillas muy utilizadas en nuestro país.  Por el momento, estos anticonceptivos están siendo estudiados a fondo con el fin de determinar la conducta a seguir y en Costa Rica estamos a la espera de la posición de nuestras autoridades en salud.

Sin embargo, tenemos que destacar que desde la invención de la primera pastilla anticonceptiva se señaló con insistencia que su uso aumenta el riesgo de trombo embolismo, es decir, que aumenta la viscosidad de la sangre y por ende es más probable que se produzcan coágulos en las venas, sobre todo del abdomen y las piernas. Estos coágulos pueden desprenderse y llegar a órganos tan importantes como el pulmón o el cerebro.

Cualquier persona está propensa a que un coágulo se desprenda y llegue al pulmón o al cerebro. Se calcula que esto le puede suceder a 5 o 10 mujeres por cada 100 mil, pero se cree que en la mujer que toma pastillas el riesgo es 1,5 a 2 veces mayor.

Claro está, el riesgo también aumenta por otras condiciones como el embarazo,  la obesidad, el tabaco, viajes largos,  edad (mujeres mayores de 35 años), inmovilización por yesos o férulas, ciertos medicamentos y cirugías. De manera que se está determinando si  las pastillas anticonceptivas fueron las responsables por un riesgo adicional no informado o si hay otros factores involucrados.

Independientemente del resultado de las investigaciones, la lección que tenemos que aprender es que las pastillas anticonceptivas son medicamentos de cuidado y como tales deben ser recetados por el médico, con el fin de evitar la automedicación.

Es nuestra recomendación que cuanto antes las autoridades tomen cartas en el asunto,  dicten las pautas del caso  y valoren la venta estricta bajo receta médica de todo tipo de medicamento anticonceptivo.

En el  plano personal, si usted está tomando estas pastillas, mi consejo sincero no se deje llevar por rumores o recomendaciones coloquiales, lo mejor es que consulte cuanto antes con su médico.