La fertilidad es uno de los temas más complejos de la medicina. A pesar de los grandes avances de la ciencia, los detalles y secretos de la concepción y el embarazo todavía permanecen ocultos. Sin embargo, también es enorme la cantidad de información con que contamos y que ha facilitado el camino de la consecución de un embarazo y ha llevado alegría a muchas parejas.

Es importante recordar que el 80% de las parejas logran un embarazo durante el primer año de vida sexual periódica sin anticonceptivos. Muchos pacientes consultan angustiados cuando llevan tres meses de “pedir bebé” y como no se embarazan,  temen ser estériles. Por eso, los estudios se inician cuando ha cursado más de un año de intentos infructuosos. 

El abordaje se inicia con una prueba tan simple como el espermograma con el cual podemos averiguar si la causa está en el varón, tal como suele suceder en el 40% de los casos. 

Si el espermograma resulta normal, se procede a evaluar a la mujer, que representa el otro 40% de las alteraciones. El 20% restante es producto de afecciones mixtas, es decir, los problemas residen tanto en él como en ella.

El médico realiza un interrogatorio y un examen físico minucioso para determinar los exámenes a realizar, ya que son muchos las causas de esterilidad en la mujer, como por ejemplo una malformación de los órganos genitales, una enfermedad venérea, un problema hormonal, entre otros.

Una causa común son los desórdenes hormonales que provocan problemas menstruales, por eso debemos recordar que para que una mujer se embarace con facilidad, es  fundamental que las reglas sean normales, es decir, que se presente cada 28 días. Es válido que se adelante o se atrase hasta 5 días.  La  duración normal es de 3 a 5 días y la sangre debe ser líquida, sin coágulos, y no debe acompañarse de dolor ni de mal olor.

En la actualidad contamos con técnicas realmente fantásticas para corregir estas alteraciones femeninas. Algunos son medicamentos, otros inyecciones y otros son técnicas sofisticadas como la inseminación artificial y la fertilización in vitro.

Hace unos años, el panorama para el varón era bastante adverso. No existían las alternativas terapéuticas y el diagnóstico prácticamente descartaba la posibilidad de un embarazo. Afortunadamente, se ha adelantado mucho en los últimos años y en la actualidad se cuenta con varios esquemas de tratamiento que logran revertir varias de las alteraciones del varón.

Claro está, la adopción sigue siendo una alternativa a tener cuenta y que es vista de buena manera por la mayoría de las parejas por el trasfondo humano que conlleva.