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I PARTE

EL SÍNDROME DE PAM

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EL SÍNDROME DE PAM

En algunos países y en ciertos sitios de internet se conoce como “Síndrome de Pam”, haciendo probablemente referencia indirecta a Pamela Anderson,   al sentimiento que tienen algunas mujeres, después de aumentarse los pechos, de que los senos son todavía pequeños. Esto ocurre aunque los pechos, objetivamente, sean grandes y muchos más grandes que los que tenía antes de operarse.

Escribir al DR. Mauro Hoy

Este síndrome pertenece al grupo de trastornos de la percepción donde, sin lugar a dudas, hay una distorsión en la forma en que se conceptualiza la imagen corporal. La mujer hace una interpretación anómala y se altera la noción del cuerpo que cada persona tiene en su mente. 

Curiosamente, en una sociedad como la nuestra, donde los estudios indican que las mujeres asocian la feminidad con ser pequeñas; esta regla se pasa por alto cuando se habla de los senos. Así, entre más grandes son los pechos, se consideran más femeninos.

Esta preconcepto provoca además que no pocas mujeres sobrestimen el tamaño de pecho que les gusta a los hombres. Creen que los pechos desproporcionadamente grandes, provocarán una atracción desproporcionadamente grande el varón. En realidad, esos extremos no suelen ser sexualmente excitantes para la mayoría de los hombres. 

Después de una cirugía de aumento de pechos, la mujer pasa por un proceso paulatino de adaptación, para identificarse con su nueva realidad e imagen corporal. Es frecuente que mujeres recién operadas vean sus pechos muy grandes o demasiado pequeños, o muy diferentes a lo deseado, pero en las semanas o meses que siguen a la cirugía, se reajusta la imagen corporal y la inmensa mayoría de las mujeres suele quedar satisfecha con el tamaño de sus mamas.

Sin embargo, en ocasiones, la paciente no queda conforme con el volumen alcanzado. Puede ser que sea una sensación objetiva; por ejemplo, que el cirujano se haya “quedado corto”, implantando unas prótesis demasiado pequeñas para la constitución de la mujer  o para las expectativas de la mujer, aunque esto sucede con poca frecuencia.

En el Síndrome de Pam, la mujer maneja expectativas poco realistas sobre el resultado de la cirugía y por ello se somete a múltiples intervenciones buscando un afán irreal. Se opera una y otra vez o se quedan con las ganas de hacerlo; pero nunca logra estar satisfecha, porque no alcanza el tamaño deseado. Es algo así como el cuento del burro y la zanahoria y sólo termina cuando se hace un abordaje psicológico del problema.

Venta de libros del Dr. Mauro