Hemos descrito algunas de las cirugías plásticas vaginales, concentrándonos en aquellas que provocan molestias urinarias o intestinales. En algunos casos, el daño ocurre sobre todo en las bandas musculares que rodean la vagina, provocando síntomas que están relacionados con la esfera sexual.

Recordemos que la vagina es una estructura que posee poderosas bandas musculares, que la bordean como un anillo. Estos músculos son capaces de generar contracciones intensas y generan tanto el orgasmo en la mujer, como el placer que experimenta el hombre con la penetración.

Es sobre todo en los partos difíciles, cuando estos músculos se pueden dañar. Los síntomas y molestias no se producen de inmediato. Con el paso del tiempo,  estas mujeres tienen la sensación que, después del nacimiento, la vagina perdió tono. Sienten su vagina floja o distendida, al punto que la penetración ya no produce esa sensación de plenitud placentera tan característica.

Muchas relatan que el pene entra flojo y la vagina ya no lo talla. En esas condiciones, el miembro masculino pierde la capacidad de generar las intensas sensaciones de placer que provocaba antes del parto.

La dificultad para alcanzar el orgasmo se hace cada vez más evidente y es común que la relación sexual termine sin que la mujer experimente el clímax. Con el tiempo, la lubricación también se ve comprometida y las relaciones pueden volverse dolorosas. Además, el deseo sexual va decayendo, precisamente porque los encuentros sexuales dejan de ser gratificantes.

Esta pérdida en las sensaciones, también las experimenta el hombre, quien ve que la penetración no se acompaña del acompañamiento vaginal al que estaba acostumbrado. Recordemos que la vagina, gracias a sus músculos, se adosa firmemente al pene como si fuera una auténtica mano, que lo bordea en su totalidad y genera placer con cada embestida pélvica.

Todos estos síntomas suelen ir en aumento, al punto que pueden afectar tanto el área sexual como la relación de pareja. Desdichadamente, muchas no consultan porque sienten vergüenza  y congoja de comentar con el médico o con la pareja que tienen un problema sexual.

Este es otro escenario clásico donde está indicada una de las cirugías plásticas vaginales. Se reparan los músculos desgarrados que bordean la vagina y con ello la mujer recupera buena parte de su función sexual perdida.

Es importante señalar que el éxito de esta cirugía está en relación con el momento en que la paciente consulte. Así entre más temprano se acuda al médico, mejor son los resultados quirúrgicos. Sirva este comentario para motivar a tantas mujeres que lidian con estas molestias a consultar.