La sexualidad es un deleite, sin embargo, pocas veces imaginamos otra concepción en torno a esta actividad tan placentera.

Al inicio de este siglo, los primeros científicos comienzan a reportar la alta incidencia de problemas sexuales, señalando que son muchas las parejas que viven el sexo con amargura y lejos del apego y la gratificación esperada. Hoy contamos con muchos estudios que indican que, en nuestra cultura, alrededor del 80% de las parejas sufren de alguna disfunción sexual. Desgraciadamente la mayoría no consulta y se resigna a vivir con esa alteración.

Lo más irónico es que, en la actualidad, contamos con métodos terapéuticos capaces de remediar la inmensa mayoría de los problemas sexuales. Contamos, además, con los exámenes, los medicamentos y las estrategias terapéuticas adecuadas. Es de señalar que esta es una “buena nueva”, en el sentido que hace escasos 30 años, el arsenal diagnóstico y terapéutico con que contábamos era tan rudimentario que eran muchas las parejas a las que no les dábamos solución a su problema sexual.

Para los varones, el panorama es sumamente alentador. El tratamiento de la eyaculación precoz es simple, rápido y altamente efectivo, de igual manera se plantean los tratamientos para la disfunción eréctil o impotencia.

En el caso de las mujeres, los avances son enormes y tanto las alteraciones en el deseo sexual como las dificultades para alcanzar el orgasmo, son tratadas de manera efectiva en números crecientes. Quizás una de las alteraciones sexuales femeninas que han cambiado más su abordaje, es la presencia de dolor al momento de las relaciones sexuales. Antes se creía que la mayoría era de tipo mental, por tensión, preocupaciones, o antecedentes traumáticos, pero hoy sabemos que muchas de estas mujeres padecen de una entidad que limita la distensión de los tejidos y que ameritan una pequeña cirugía con la que se resuelve el problema.

Igual sucede con los problemas en el deseo sexual. Es común que hombres y mujeres consulten por una pérdida en el interés sexual, simplemente relatan que “ya no les da ganas”. Aún cuando puede ser producto de alteraciones psicológicas, son también muchos los casos que son producto de una alteración hormonal, de fácil solución.

Nadie duda de la importancia de la sexualidad en la vida de pareja. Es cuestión de decidirse a consultar para determinar si puede beneficiarse de los grandes adelantos con los que contamos en la actualidad.