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¿Cuál es el rol del temor en la salud mental?

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¿Cuál es el rol del temor en la salud mental?

Dr. Winston Villamar, Ph. D.

Médico Psiquiatra

Escribir al DR. Mauro Hoy

¿Cuál es el rol del temor en la salud mental?

Introductoriamente tendríamos que especificar que el temor no es lo mismo que el miedo. La diferencia entre temor y miedo está en el tono, mientras que - digámoslo de una vez- el miedo se diferencia del terror (o pánico) en grado. Esta diferencia en tono se puede resumir de la siguiente manera: mientras el miedo se refiere al área emocional, el temor es una aprensión vivencial que desequilibra al individuo más en el área cognitiva (el pensamiento) que en la emocional. Tener temor, entonces, implica un proceso ideativo referido a una situación objetal que induce la sensación de falta de asertividad, y con esta incertidumbre, la vaguedad de la autoafirmación personal.


No corresponde hablar aquí del convencional "me temo que..." (como en: me temo que no podemos darle el préstamo; me temo que hoy día no podré visitarlos, etc.). Aquí, "me temo que..." viene a ser equivalente a "no me atrevo a decirles que..." (por lo que, entonces, tendría que expresar: no me atrevo a decirle que no vamos a darle el préstamo; no me atrevo a decirle que no quiero ir a su casa). En este caso, "me" sirve para expresar, por desplazamiento invertido, la agresión encubierta contra el otro.


En el caso del temor no convencional, que es el que más interesaría en la salud mental de un individuo, es decir, el temor "de la informalidad", hay dos caminos para llegar a él: El primero de estos es la evitación de "la lógica de la verdad", por la que tememos confrontar una verdad (real o supuesta) que podría significar riesgo para nuestra tranquilidad. El segundo es el dejarse cautivar por "los fantasmas de la imaginación", cuando las fantasías inadecuadas se apoderan de nuestro estado mental y sobrepasan la imaginación sana de nuestras gratificaciones.


¿Cómo sufre la salud mental en el primer caso? Creándose una aprensión que mantiene tanto la intención evasiva como la ansiedad ante un posible confrontamiento. Lo que la persona que sufre de esta situación no procesa es que si pudiera vencer su temor, se podría encontrar seguramente con una realidad no amenazante, o por lo menos, con mayor claridad de los riesgos que implicaría la posible amenaza.
¿Cómo sufre la salud mental en el segundo caso? Produciéndose un incremento de imágenes irreales que conforman una secuela de fantasías, usualmente equivalentes a otras que ya ha tenido en el pasado. Clínicamente, este es el caso más común, cuando la persona pierde el sentido de discernimiento debido a la fuerza imaginativa negativa. No hay una respuesta fácil para esta situación pues la vía racional no es válida para controlar la vivencia temerosa de los fantasmas.


En cualquiera de los casos que lleven a producir temor, la respuesta pro salud mental vendría a ser una de actitud: aunque parezca simplista la siguiente sugerencia, me permito darla debido a lo efectivo que ha resultado en más de un caso clínico. La recomendación es aplicar tres pasos: (1) Reconocer la vivencia ("siento temor"), y aislarla de la posible causa; (2) decidirse a reconocer la causa de la vivencia ("es por ESTO que siento temor"); y (3) vivir la posibilidad de la causa de la vivencia ("metiéndome en ESTO que temo, veo cómo me afecta realmente). Es probable, con este pequeño ejercicio, que descubra si realmente es temor lo que está sintiendo, o en su defecto, miedo, en cuyo caso tendría que mirar a su derredor para pedir ayuda.
Atentamente,
Dr. Winston Villamar.


Un pensamiento:

"El temor es cobardía, el miedo es soledad".
 

SECCION PREGUNTAS

(La invitación es a enviar sus preguntas, una por vez, en no más de dos líneas. De los lectores que nos escriben, ponemos solamente sus iniciales, en función de la privacidad)

En relación al Boletín anterior ("¿En qué contribuye la moral para la salud mental?") hemos recibido la siguiente pregunta, del doctor E.T.C., que dice:

"Mi saludo cordial y fraterno, con mis mejores deseos de bienestar y éxito.
Le rogaría uno o más ejemplos acerca del pensamiento con el que culmina su ensayo en el Boletín de Abril (el de la moral y salud mental): "No siempre es bueno lo que es correcto, pero siempre es correcto lo que es bueno". Muchas gracias."

Respuesta: Para la primera parte, en la racionalización (presentando razones "correctas" para intentar aplacar la culpa, como por ejemplo en el rumor sobre una persona aduciendo "porque es mala" aunque el rumor no significa necesariamente la verdad del asunto; cuando se despide a alguien "por el bien de la empresa"; o para justificar las guerras genocidas). Para la segunda parte, si reconocemos que todo lo bueno es lo que conduce al bien del ser humano, por ejemplo si alguien buscara a una persona para herirla mortalmente, ¿sería bueno o no decirle al criminal que la persona que busca no está "aquí", aunque sí lo esté?). Menciono casos límites, porque son los que permiten ver el cuadro de manera más drástica.

REVISION DE OBRAS
Para la elaboración desde una perspectiva fenomenológica del temor, sugiero comparar lo que dice Soren Kierkegaard en "Temor y Temblor" con la propuesta de George Wilhelm Friedrich Hegel, en "Fenomenología del espíritu". Estas obras, siendo del siglo XIX, encuentran, a mi modo de ver, resonancia en nuestro siglo si las consideramos críticamente en lo que corresponde al procesamiento fundamental de la idea.

 

 

 


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