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Un tema de suma importancia.

HABLAR DE SEXO CON LOS HIJOS

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HABLAR DE SEXO CON LOS HIJOS

Por mucho tiempo existió un enorme debate en torno al momento en que se les debía hablar de sexo a los hijos. La costumbre indicaba que llegada la adolescencia, la madre le hablaba a la hija, abarcando temas como la regla, el embarazo y la vida sexual en general. El padre era el encargado de instruir al hijo y era común que, además, se programara una visita a algún prostíbulo para complementar la enseñanza.

Escribir al DR. Mauro Hoy

La educación sexual se limitaba a una superficial explicación de unos cuantos minutos y que, como es de suponer, poco aportaba en la formación del joven. Una vez concluida la charla paterna, de sexo no se volvía hablar.

En esa época, los adultos usaban nombres claves cuando hablaban de sexo frente a los hijos, para que los menores no entendieran a qué se referían. Se usaban términos como torta, para referirse a un embarazo no deseado o la amiga para la menstruación. Ese hermetismo sexual convirtió la sexualidad en una trampa, donde en el nombre del placer se asumían los riesgos del embarazo, las infecciones y el desamor.

Todo este panorama cambió con el advenimiento de la televisión e internet. Hoy los padres no pueden evitar que sus hijos reciban información sexual, lo único que pueden decidir es si participan o no del proceso educativo y si aprovechan su posición para dar la primicia en materia sexual.

Hoy, sabemos que no podemos postergar la educación sexual hasta etapas tan tardías de la vida, como la adolescencia, porque probablemente para ese momento los hijos ya han recibido de su entorno una enorme cantidad de conceptos usualmente errados. Tampoco podemos limitarnos a una única conversación.

Por eso, la recomendación actual es que se hable de sexo delante de los hijos desde que nacen.  Es decir, que la temática sexual sea parte de las conversaciones cotidianas y que sucedan en presencia de los niños, para que ellos comprendan que el sexo es un tema del que se puede hablar y preguntar en la casa.

Al igual que yo, muchos padres nos escandalizamos y preocupamos ante las constantes escenas televisivas pasadas de tono, las frecuentes noticias que versan sobre crímenes pasionales o los reportajes que nos habla de la alta frecuencia del embarazo en la adolescencia en nuestro país. Más allá del justificado asombro, aprovechemos esas oportunidades para comentar con los hijos  nuestros valores en materia sexual para así irles forjando un criterio sólido y veraz.

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